Desde que tenía uso de razón a Ayala Bar le ha encantado dibujar, esculpir, bordar o coser. Estudió arte de manera profesional. Sin embargo, siempre se sintió atraída por la joyería. Lo que le encanta hacer es combinar materiales: probar contrastes, colores y texturas y ver cómo interactúan entre sí. Combinación de cuentas y borlas suaves con superficies irregulares; texturas mate con metales brillantes. Para ella, las posibilidades son ilimitadas y cualquier cosa puede desencadenar un impulso creativo.

Otras influencias incluyen su origen cultural. Su abuela, que aún vive a los 104 años, emigró de Afganistán a Israel en la década de 1920. Cargó a su bebé durante la mayor parte del viaje de 2000 millas. Este bebé era su padre.