Pocos objetos, como los bolsos de mujer, representan mucho más que un simple accesorio. El bolso, pegado al cuerpo, sostenido en las manos, bajo el brazo o sobre el hombro, acompaña el día a día de las mujeres, todas ellas muy diferentes entre sí. Pero más que nada, contiene su universo, sus secretos y su personalidad.
Plinio Visonà lo sabía bien cuando en 1959, todavía artesano, fundó su empresa, que a lo largo de los años se ha consolidado en el mercado, complaciendo sus gustos y muchas veces anticipándose a ellos. Desde el principio, Plinio Visonà entendió cómo la atención al detalle combinada con la calidad de la piel y un diseño sobrio, original y atemporal llevaría lejos la marca italiana que lleva su nombre.
La "simplicidad" de ese concepto todavía reside en la herencia profesional de Plinio Visonà hoy: una estética reconocible de calidad y buen gusto, clasicismo contemporáneo con un sofisticado restyling que temporada tras temporada mantiene sus bolsos siempre actualizados.